viernes, 7 de septiembre de 2007

El primer dia en mi hogar.

En fin, ella decía que no sabía qué hacer. Yo le gustaba, quería llevarme a su casa, pero por lo visto había que contar con que el que iba a ser mi humano estuviera de acuerdo. Le puse ojitos tiernos, si pudiese hablar le hubiera dicho: "¿no te doy penita? llévame a tu casa", pero no me hizo falta, ¡las miradas lastimeras y los lametazos nunca fallan! ;) .Así que decidió llevarme a casa con la condición de que el humano tenia que dar su aprobación, de lo contrario volvería con la señora que me encontró y seguirían buscándome familia.
Por el camino, fui ganándome poco a poco que me quisieran tener en casa: me acomodaba en sus brazos, apoyaba la cabeza en su pecho y la miraba...y ella sonreía...eso era buena señal! ;) A ratitos me puso en el suelo, y yo caminaba y correteaba, dando saltitos, sin separarme mucho de ella, y se reía más. Me volvía a tomar en brazos y me preguntaba: "¿Qué nombre te pondremos?" y yo la miraba y pensaba: "El que tu quieras, seguro que el que elijas me queda bien"
Llegamos a la casa, y cuando la vi, enseguida me comporté como si fuera la mía, prácticamente ya lo era. Eché unas carreritas, eché unas meaditas, eché, ejem, también unas cagaditas...En fin, me la apropié en toda regla. xD. A la humana le dijeron que estaba malito, tenia diarreas, y le aconsejaron que me diera de comer carne para perros mezclada con arroz hervido. Pero resulta que ella no tenia latas de carne, pues no había perros en la casa, y ni podía llevarme con ella a las tiendas ni quería dejarme solito. Así que llamó a sus padres y ellos fueron los que trajeron mi comida.
Ellos fueron los segundos humanos de mi familia que conocí. Al principio no querían acercarse mucho, me ignoraban, no querían acariciarme como solía hacer todo el mundo, creo que no querían que me quedase en aquella casa...Cuando se iban, la humana mayor me hizo una caricia en la cabeza, vi que se resistia a demostrar que le caía bien y que se moría de ganas por acariciarme.
Total, que nos quedamos solos la humana y yo, y entonces me dio de comer un poquito, y me dio agüita fresquita, pues era Abril y el calor empezaba a apretar. Luego pasamos la tarde entre juegos y carantoñas, esperando que llegara el humano. Ella me grabó con el móvil, para enviárselo a él y "hacer presión" para quedarme, y así, con esa impaciencia, esperamos y esperamos...hasta que llegó. :)
La humana me dejó dentro de casa y entornó la puerta, resultaba que el humano no había podido ver los mensajes que le habia mandado, así que aún no sabía como era yo. Cuando estuvo frente a la puerta, ella abrió... y entonces salí yo, con un alegre trotecillo, al encuentro del humano, que cuando me vió se agachó para tomarme en brazos. Fue cuando pude ver que sonreía, así que empleé mi acostumbrada táctica que tanto resultado me estaba dando: le propiné unos cuantos lametacillos en la cara...y le conquisté también a él.
Entonces los humanos se pusieron a hablar, sonreían, se miraban entre sí, me miraban a mí, volvían a sonreir, me hacían una caricia, seguían hablando...Les oí decir que habría que ponerme un nombre...y entramos en la casa los tres, a cual mas contento.
¡¡¡Yupiiiiiiiiiiiii!!!! ¡¡¡Ya tenia familia!!!

lunes, 3 de septiembre de 2007

Este soy yo.

¡Hola!
Hace tiempo que mi humana, es decir, la persona que me cuida, me viene diciendo que me va a hacer un "blog" para que cuente mis perrerias. Lo cierto es que de esas cosas de humanos no entiendo, pero bueno, dice ella que yo me encargo de hacer las trastadas y ella de contarlas, asi que , encantado de colaborar ;).
Empecemos contando quien soy:
Por si todavia algún despistadillo no se ha dado cuenta, soy un perro, y me llamo Troy. Todavía se me considera un cachorro, pues tengo aproximadamente seis meses. Y digo aproximadamente porque los humanos no son capaces de saber cual es exactamente el día de mi cumpleaños, ya que no nací en mi actual hogar, sino que llegué a él por casualidad. Cuando nací, me abandonaron...No se sabe dónde nací, ni de dónde provengo, tan sólo que, teniendo yo unos dos meses, una señora me encontró en una cuneta, temió que me atropellaran y me rescató. No podía quedarme en su casa, así que me dió un baño, me quitó las pulgas y garrapatas que me chupaban la sangre y me llevó a un veterinario, a ver si me encontraban una familia.
El destino, la casualidad, quién sabe qué, quiso que aquel día, la que iba a ser mi humana pasara por la consulta de aquel veterinario preguntando si alguien regalaba cachorritos, pues hacía tiempo que buscaba la compañía de uno. Le hablaron de mí y decidió esperar para conocerme, pues me llevaban de camino a la consulta. Al poco rato llegué yo, en brazos de la señora que me encontró que, mientras ellas hablaban, me soltó en el suelo. Yo me acerqué a olisquear a mi humana, ya me había caído bien, me había hecho un par de mimitos al verme y sabía que si me lo curraba un poquito la tendría en el bote, jeje. Levanté las patitas delanteras y las apoyé en su pierna, reclamando su atención. Ella miró hacia abajo y se encontró con mi miradita gamberra, mirándola entre picarón y zalamero, me tomó en sus brazos y yo le correspondí con un par de lametacillos en su cara. Ella se rió...y ahí supe que ya me iba a quedar con ella.
Ella dice que se enamoró de mí nada más verme entrar por la puerta, pero yo creo que si no llego a usar ese truquillo de levantarle las patitas para que me abrazara, mmmmm...a lo mejor no me hubiera llevado a su casa. ;)