Por el camino, fui ganándome poco a poco que me quisieran tener en casa: me acomodaba en sus brazos, apoyaba la cabeza en su pecho y la miraba...y ella sonreía...eso era buena señal! ;) A ratitos me puso en el suelo, y yo caminaba y correteaba, dando saltitos, sin separarme mucho de ella, y se reía más. Me volvía a tomar en brazos y me preguntaba: "¿Qué nombre te pondremos?" y yo la miraba y pensaba: "El que tu quieras, seguro que el que elijas me queda bien"
Llegamos a la casa, y cuando la vi, enseguida me comporté como si fuera la mía, prácticamente ya lo era. Eché unas carreritas, eché unas meaditas, eché, ejem, también unas cagaditas...En fin, me la apropié en toda regla. xD. A la humana le dijeron que estaba malito, tenia diarreas, y le aconsejaron que me diera de comer carne para perros mezclada con arroz hervido. Pero resulta que ella no tenia latas de carne, pues no había perros en la casa, y ni podía llevarme con ella a las tiendas ni quería dejarme solito. Así que llamó a sus padres y ellos fueron los que trajeron mi comida.
Ellos fueron los segundos humanos de mi familia que conocí. Al principio no querían acercarse mucho, me ignoraban, no querían acariciarme como solía hacer todo el mundo, creo que no querían que me quedase en aquella casa...Cuando se iban, la humana mayor me hizo una caricia en la cabeza, vi que se resistia a demostrar que le caía bien y que se moría de ganas por acariciarme.
Total, que nos quedamos solos la humana y yo, y entonces me dio de comer un poquito, y me dio agüita fresquita, pues era Abril y el calor empezaba a apretar. Luego pasamos la tarde entre juegos y carantoñas, esperando que llegara el humano. Ella me grabó con el móvil, para enviárselo a él y "hacer presión" para quedarme, y así, con esa impaciencia, esperamos y esperamos...hasta que llegó. :)
La humana me dejó dentro de casa y entornó la puerta, resultaba que el humano no había podido ver los mensajes que le habia mandado, así que aún no sabía como era yo. Cuando estuvo frente a la puerta, ella abrió... y entonces salí yo, con un alegre trotecillo, al encuentro del humano, que cuando me vió se agachó para tomarme en brazos. Fue cuando pude ver que sonreía, así que empleé mi acostumbrada táctica que tanto resultado me estaba dando: le propiné unos cuantos lametacillos en la cara...y le conquisté también a él.
Entonces los humanos se pusieron a hablar, sonreían, se miraban entre sí, me miraban a mí, volvían a sonreir, me hacían una caricia, seguían hablando...Les oí decir que habría que ponerme un nombre...y entramos en la casa los tres, a cual mas contento.
¡¡¡Yupiiiiiiiiiiiii!!!! ¡¡¡Ya tenia familia!!!
Llegamos a la casa, y cuando la vi, enseguida me comporté como si fuera la mía, prácticamente ya lo era. Eché unas carreritas, eché unas meaditas, eché, ejem, también unas cagaditas...En fin, me la apropié en toda regla. xD. A la humana le dijeron que estaba malito, tenia diarreas, y le aconsejaron que me diera de comer carne para perros mezclada con arroz hervido. Pero resulta que ella no tenia latas de carne, pues no había perros en la casa, y ni podía llevarme con ella a las tiendas ni quería dejarme solito. Así que llamó a sus padres y ellos fueron los que trajeron mi comida.
Ellos fueron los segundos humanos de mi familia que conocí. Al principio no querían acercarse mucho, me ignoraban, no querían acariciarme como solía hacer todo el mundo, creo que no querían que me quedase en aquella casa...Cuando se iban, la humana mayor me hizo una caricia en la cabeza, vi que se resistia a demostrar que le caía bien y que se moría de ganas por acariciarme.
Total, que nos quedamos solos la humana y yo, y entonces me dio de comer un poquito, y me dio agüita fresquita, pues era Abril y el calor empezaba a apretar. Luego pasamos la tarde entre juegos y carantoñas, esperando que llegara el humano. Ella me grabó con el móvil, para enviárselo a él y "hacer presión" para quedarme, y así, con esa impaciencia, esperamos y esperamos...hasta que llegó. :)
La humana me dejó dentro de casa y entornó la puerta, resultaba que el humano no había podido ver los mensajes que le habia mandado, así que aún no sabía como era yo. Cuando estuvo frente a la puerta, ella abrió... y entonces salí yo, con un alegre trotecillo, al encuentro del humano, que cuando me vió se agachó para tomarme en brazos. Fue cuando pude ver que sonreía, así que empleé mi acostumbrada táctica que tanto resultado me estaba dando: le propiné unos cuantos lametacillos en la cara...y le conquisté también a él.
Entonces los humanos se pusieron a hablar, sonreían, se miraban entre sí, me miraban a mí, volvían a sonreir, me hacían una caricia, seguían hablando...Les oí decir que habría que ponerme un nombre...y entramos en la casa los tres, a cual mas contento.
¡¡¡Yupiiiiiiiiiiiii!!!! ¡¡¡Ya tenia familia!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario